miércoles, 7 de mayo de 2008
El Monociclo y La Monocicleta
martes, 29 de abril de 2008
birds of prey stick together and hey, so do we
maría me pagaba la merienda todos los días desde primer grado y me veía guardar el sandwich que no me gustaba.
no me preguntaba qué iba a hacer con él después.
no se lo contábamos a nadie, solamente caminábamos juntas a la fila.
mirábamos juntas.
escogíamos lo mismo.
a veces queríamos tanto algo, y tanto lo otro, que entonces escogíamos cosas distintas y las compartíamos.
maría supo cuando mis padres se divorciaron, y lo entendió mejor que yo.
las personas, aunque parezcan estar juntas, están separadas, y aunque parezcan estar separadas, están juntas.
yo no lo sabía entonces tanto como lo sé ahora.
ella hablaba de este cambio con nuestros otros amigos.
yo escuchaba las conversaciones y no decía nada.
la mayor parte del tiempo estaba dibujando, recortando y pegando y a maría le gustaban las estupideces que hacía.
se las regalaba.
no era dinero de merienda, pero donde quiera que me la encuentre dirá que las tiene todavía.
domingo, 27 de abril de 2008
7
no sé si deberían haber cuentos escritos acerca de mi primer beso. lo dudo mucho. no fue hermoso, no fue perfecto, no fue algo para recordar; las estrellas no se movieron de su sitio para formar juntas un corazón. me paraba y me iba a hacer cualquier cosa cada vez que mis amigas adolecentes lo compartían. el mío fue en el cine, en el mío fue en el salón de ciencias, el mío fue en el banquito, el mío fue con mi novio...
la última voz era la más que sonaba. ¿lo hice con quien no era? ¿tenía que ser con una persona que me quisiera? ¿y cómo sé yo que quiero a alguien? ¿y cuándo alguien va a quererme a mí? tuve la suerte de que nadie me preguntaba. probablemente no creían que me hubiera ocurrido todavía y después de cierta edad el tema comienza a perder su importancia.
no fue mágico, no llegué a casa a tocarme la boca y sonreír, no nos volvimos a ver. lo único que sé decir de la primera persona que me besó es que cumplimos el mismo día, aunque yo nací siete años después.
lunes, 21 de abril de 2008
viernes, 11 de abril de 2008
.La carrera.
miércoles, 9 de abril de 2008
La Sombrilla Amarilla
lunes, 7 de abril de 2008
Alguna vez tuve mi obsesión con el ruido de la lluvia, una figura geométrica, la voz de mi abuelita, los diarios de mi hermano, la parte de atrás de un retrato, el cuello de una mujer, los chocolates en bolsa amarilla, hablar por teléfono después de la escuela y la cartera de mi madre. Camino en voz alta, me han quitado hasta el aire y nunca duermo bien en nochebuena. He mentido casi tanto como me han decepcionado.
Usualmente no pago antes de salir.
domingo, 6 de abril de 2008
.Los pájaros.
.Mis padres nos compraron unos pajaritos de colores a mis hermanas y a mí. Yo pasaba ratos largos mirando y hablando con los pajaritos. Un día los pajaritos desaparecieron. Todo apunta a que abrí la jaulita y los dejé que se fueran volando. Yo, honestamente no recuerdo. Al parecer lo bloquié, porque no recuerdo haber abierto la jaula nunca. Mi papá todavía cuenta la historia entre risas: "... encontré la jaula abierta, y el bobo de Lorraine justo al lado, puesto sobre la mesa ..."
Hoy conocí a alguien
La gente se repite una y otra vez. Llevan las cabezas ocupadas aún siendo calvos. Escuchan mientras se escuchan, sienten todo cuanto sea menos conveniente. Y así son felices. Los ves, no los ves. Ahora sí.
Ahora no.
viernes, 4 de abril de 2008
En el viejo hospital de los muñecos
Llegó el pobre Pinocho malherido,
Porque un espatapájaros bandido
Lo sorprendió dormido y lo atacó.
Llegó con su nariz hecha pedazos
Y una pierna en tres partes estillada.
Una lesión interna y delicada
Y el médico de guardia lo atendió.
A un viejo cirujano llamaron con urgencia
Que con su vieja ciencia pronto lo remendó.
Y le dijo a los otros muñecos internados:
"Todo esto ha sido en vano, le falta un corazón".
En eso llegó el hada protectora
Y viendo que Pinocho se moría,
Le puso un corazón de fantasía
Y Pinocho sonriendo despertó.
Pinocho, Pinocho
Volviste a la vida con el corazón.
Pinocho, Pinocho
Volviste a la vida con el corazón.
.No puedo creer que aún me la se de memoria.
jueves, 3 de abril de 2008
con mis vecinos me llevaba bien. podía mantener relaciones razonables con cualquier persona que me prestara sus juguetes. me parecía buena educación de su parte.
peleaba mucho con mi hermano del medio porque siempre queríamos las mismas cosas. un día le tiré con mi bolso de los juguetes, le dio en la cabeza y empezó a llorar.
quería abrazarlo pero no lo hice.
le dije a mi mamá que él tuvo la culpa y ella me haló por el pelo y después no sé qué pasó. otro día él me dio un puño en un ojo y en la escuela tuve que decir que choqué con una puerta. lo cual estuvo bien, porque la gente creería que yo choco con puertas.
quería ser doctora para vengarme de todas las inyecciones, pero no sabía que querían ayudarme.
ahora las pido voluntariamente.
la doctora bitman falleció cuando yo tenía catorce años y mis hermanos ya eran grandotes, así que me quedé sin pediatra. en su memoria decidimos que ya no iría más al doctor. hasta que un año pasé las navidades hospitalizada, pero eso no estaba en nuestros planes. seguramente la doctora bitman entendió.
yo me perdí los exámenes finales y muchas fiestas. la gente me quería más por verme frágil y sin cura así que también me llevaban muchos regalos.
todavía tengo las cartas.
hasta hace poco usaba las medias de colores que mi mejor amiga me dio para que no pasara frío, como le sucedía a ella cada vez que despertaba de un intento suicida fracasado y se daba cuenta de que llevaba sandalias puestas. salí con un chico que no podía dejar de mirarlas cuando me quedaba a dormir. las medias se rompieron. el chico a veces me saluda todavía.
a mí me gustaba mucho mojarme en la lluvia cuando era pequeña. me gustaba jugar canicas sola y tenis con la pared. me costó mucho trabajo poder despedirme de las rueditas de mi bicicleta, pero lo hice.
después de eso la cadena siempre se le salía y una tarde me estrellé dentro de la marquesina de una familia que vive cerca de aquí.
me gustaba hablar sola en mi casa de madera y a todos mis amigos imaginarios le gustaba el arroz de plasticina. decían que cocinaba bien.
con el tiempo también aprendí a hacerles empanadillas (de plasticina también) y bizcochos que preparé en un microondas extraño.
hubo un verano que les caí muy bien porque podíamos salir en mi lamborgini de barbie, hasta que un día choqué contra algo y ya no servía más. solamente hacía un ruido, con ese ruido lo llevaba hasta el principio de la cuesta, lo empujaba y rápido me sentaba. creo que a mis hermanos le daba un poco de vergüenza mirarme.
mi papá venía los fines de semana y me llevaba a la playa. cuando la arena estaba demasiado caliente yo pisaba sus pies.
cuando estaba normal, mis hermanos y yo nos tirábamos con bolas como si fuera nieve. a mí siempre me daban en la cabeza o en un ojo y terminaba llorando. mi papá me llevaba en su espalda hasta lo más hondo y allí me soltaba. decía que todavía me estaba aguantando y poco a poco se alejaba. así fue que aprendí a nadar.
así fue que aprendimos todos.
odiaba los domingos de principio a fin. la maizena, la iglesia, el intercambio de padres en el estacionamiento de mc donald's, las asignaciones. siempre le preguntaba a mi mamá por qué no llovía en todas partes del mundo a la vez, si era el mismo cielo.
y ella nunca me quiso responder.