lunes, 7 de abril de 2008



Alguna vez tuve mi obsesión con el ruido de la lluvia, una figura geométrica, la voz de mi abuelita, los diarios de mi hermano, la parte de atrás de un retrato, el cuello de una mujer, los chocolates en bolsa amarilla, hablar por teléfono después de la escuela y la cartera de mi madre. Camino en voz alta, me han quitado hasta el aire y nunca duermo bien en nochebuena. He mentido casi tanto como me han decepcionado.

Usualmente no pago antes de salir.

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