miércoles, 7 de mayo de 2008

El Monociclo y La Monocicleta

En la tienda de las bicicletas había un monociclo. Lleno de polvo, guardado en una caja, llevaba años que nadie lo compraba, ni siquiera se asomaban a verlo. ¿Quién llega al trabajo en un monociclo? Nadie, una goma sola no es eficiente.

En otra tienda de bicicletas había una monocicleta. Acabada de llegar, nuevecita, de una fábrica en Hong Kong. Pero nadie le hacía mucho caso. En la vitrina veía las bicicletas entrar y salir y lo único que pensaba era en encontrar su otra rueda, su media naranja.

La monocicleta había oído hablar a las bicis de un triste monociclo que no sale de su caja. Era el único monociclo en todo el pueblo y la monocicleta lo quería conocer.

Logra escapar la tienda y encontrar la otra. El monociclo escucho algo venir. Por el ruido supo rápidamente que tenía una sola rueda. Saltó fuera de la caja y la vió. Vió a monocicleta más linda que había visto en su vida. Y asi amanecieron ambos pegados al cristal de la tienda. diciéndose ñoñerías y queriendo sentir la goma del otro.

Mantener el equilibrio en una goma no es fácil. Monociclo y Monocicleta fueron felices a partir del día que los soldaron juntos. Hasta que la muerte los separe.