miércoles, 9 de abril de 2008

La Sombrilla Amarilla

Había una vez una niña que cada vez que llovía se enfermaba. La madre, la abuela y las tías le decían a la pequeña Raquelita que cuando llueva se tape con su sombrilla amarilla y así no se enfermaría. Ella lo hacía y lo hacía pero se seguía enfermando.
La pobre Raquelita no sabía que más hacer, llevaba años tapándose con la sombrilla amarilla hasta que un día mientras estaba enferma en su cama, escucho un estornudo en su cuarto. Un poco confusa se levantó de su cama y fue a investigar. Se repitió el estornudo y curiosamente había sido la sombrilla amarilla, le pregunto cariñosamente a la sombrilla "¿Estas enfermita?"
La sombrilla contestó "Cada vez que me mojo con la lluvia me da catarro. Nunca me había atrevido a decírtelo pues no quiero que me eches a la basura."
Raquelita que ya tenía once añitos le respondió muy molesta "Eres una sombrilla malvada, llevas años pegándome tu estúpido catarro y yo nunca puedo jugar con mis amigos. Te odio y ahora mismo te voy a echar en la basura de cabeza."
Y así mismito fue, la pobre sombrilla murió de pulmonía en un vertedero. Raquelita le dijo a la mamá que había perdido la sombrilla amarilla y rápidamente le compraron una verde. La sombrilla verde no hablaba y mucho menos se enfermaba. Era una sombrilla perfecta para no enfermarse en la lluvia. Sin embargo, Raquelita trataba de hablar con la sombrilla verde pero esa, no le contestaba. Recordaba los consejos que le daba la sombrilla amarilla y sonreía al pensar en haber tenido una compañera tan fiel.
Nunca más se volvió a enfermar Raquelita pero constantemente pensaba en la sombrilla amarilla y en la muerte fría y solitaria que ella misma le condenó.

1 comentario:

LR dijo...

.Que ternura. Me encanta.